Factores preventivos en la lucha contra el Cáncer
Dr. Saúl Abraham Mendoza
Cirujano Oncólogo y Oncoplástico de MamaPremio Nacional de Investigación de Cirugía Oncológica
Ced. Prof. 9976178
La mayoría de los cánceres se pueden prevenir. Hace apenas unos años ni siquiera lo imaginábamos. Sin embargo, hoy las cosas están cambiando. Las nuevas investigaciones confirman que las pequeñas decisiones que tomamos cada día tienen un impacto importante sobre nuestro riesgo de desarrollar cáncer. Lo que comemos, la forma en que lo preparamos, si hacemos o no ejercicio, cuidamos nuestro peso, tomamos alcohol o fumamos... esas decisiones tan simples hacen una gran diferencia.
Como dato sorprendente, el 60 o 70% de todos los casos de cáncer se relacionan directamente con nuestros hábitos alimentarios y estilo de vida. Pero quizás lo más sorprendente es que se pueden conseguir reducciones significativas del riesgo de cáncer con medidas que distan mucho de ser dramáticas. Todo lo que se necesita es hacer una serie de pequeños ajustes en lo que comemos y en lo que hacemos.
Los principales factores asociados con el desarrollo de cáncer son el IMC elevado (el índice de masa corporal), consumo insuficiente de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de alcohol y el hábito tabáquico.
La obesidad y el sedentarismo generan alteraciones hormonales, alteraciones de las adipoquinas, que son sustancias producidas por el tejido adiposo e incluso generan alteraciones anatómicas responsables de generar el riesgo elevado de desarrollar algún tipo de cáncer.
Teniendo en cuenta que las personas sedentarias tienen mayor porcentaje de masa grasa y menor porcentaje de masa muscular, esta alteración genera riesgo, no sólo para enfermedades metabólicas como la hipertensión y diabetes, predispone al cáncer.
Mucha gente se pregunta si el cáncer puede ser hereditario o contagioso. No es hereditario ni es contagioso, pero existe un grupo de enfermedades malignas en las que puede existir una predisposición de padres a hijos. Por eso es conveniente un examen médico periódico aún cuando se aparenta disfrutar de una buena salud, ya que generalmente hay un largo periodo silencioso entre la iniciación del cáncer y la aparición de síntomas. El objetivo de este examen es precisamente descubrir este tumor en su etapa “muda”, porque es la mejor posibilidad de una curación total. Por eso, aunque no tenga síntomas, hay que hacer un control periódico de su organismo.
Existen algunos tipos de cáncer conocidos como “hormonodependientes”, como el cáncer de mama, endometrio y próstata, así como también se relaciona con el cáncer colorrectal (colon y recto), cáncer de riñón y esófago. Además existe evidencia, pero menos clara, que se asocia con el cáncer de ovario, páncreas, vesícula, cuello y el melanoma.
Se recomienda evitar la comida enlatada, los alimentos con mucho contenido de azúcar y exceso de grasa, frituras, carnes rojas (máximo 300 gramos por semana), carnes ahumadas, cocinadas a fuego directo o quemadas, carnes procesadas, embutidos y alimentos muy salados, señalaron especialistas en nutrición. Es importante cuidar la calidad de los alimentos y su adecuada conservación. Si los almacenamos en lugares inadecuados o por más tiempo de lo recomendado, pueden contaminarse con hongos que producen toxinas, responsables del cáncer de hígado.
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Dr. Saúl Abraham Mendoza
Cirugía Oncológica
Consultorio 809 / Hospital Puebla
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